Ir al contenido

Pensamientos agobiantes

Tener demasiadas preocupaciones hace que tu cerebro se ponga en un modo de alerta extrema.

Y esto activa tu amígdala, que es como “la superhéroe” de tu cerebro porque es demasiado poderosa, sobre todo cuando está en su máximo nivel ya que tus áreas racionales y de pensamiento lógico se apagan, y tendemos a reaccionar en automático, como si estuviéramos ante un gran peligro.

Pensar demasiado lo que pudo haber sido, los errores que cometimos o las oportunidades que perdimos; nos hace sentir tristes y hasta enojadas.


Cuando pensamos en algo, ya sea bueno o malo, nuestro cerebro crea conexiones eléctricas que se vuelven más fuertes cada vez que repetimos esos pensamientos.


Amígdala

La amígdala es fundamental para el procesamiento del miedo. Y es una parte del cerebro que está relacionada directamente con nuestras emociones, memoria y motivaciones, particularmente se activa ante situaciones de supervivencia.


Los pensamientos al ser tan repetitivos con el tiempo se vuelven familiares, al punto que se convierten en parte de nosotros. Aparecen de manera automática e involuntaria en forma de ideas, imágenes, sonidos o declaraciones y nos generan un alto grado de malestar. Nos sentimos agobiados por su presencia.

Ningún pensamiento te define

Considera que ningún pensamiento que percibas como agobiante tiene por qué hacerse realidad, o ser algo que tú pienses de verdad, no te define ni te ponen en peligro real.


Intentar eliminar un pensamiento agobiante, para aliviar el malestar que nos produce, tiene un efecto de calma temporal, porque al esforzarnos por eliminarlo se mantienen y consolidan.


Salir de ese torbellino de pensamientos negativos se puede lograr haciendo que las partes lógicas y racionales de tu cerebro vuelvan a funcionar.


.

Actividad para ayudarte a tomar conciencia de cómo funcionan los pensamientos agobiantes.


Entender nuestros pensamientos

La mente siempre está activa, no para de crear y gestionar funciones vitales. Y es normal tener pensamientos de todo tipo.

Este ejercicio te permitirá conocer cómo se comporta nuestra mente cuando intentamos pensar en algo específico o evitar pensar.

¿Qué necesitas?

  • Una libreta, pluma o tu teléfono para grabar video, vas a contar cuántas veces tienes un pensamiento en concreto. Haz el registro lo más ágil posible para no distraerte.
  • Un dispositivo que te indique el tiempo transcurrido. Puede ser un reloj o tu teléfono. 
  • Un espacio tranquilo, trata de no tener distracciones a tu alrededor.
  • Tiempo del ejercicio: 6 minutos, dividido en tres fases.

Sigue las siguientes instrucciones:

  1. Inicia el temporizador, durante dos minutos cierra los ojos y piensa en un camello, levanta la mano o realiza una marca rápida en tu cuaderno cada vez que desaparezca de tu mente. Trata de concentrarte en el camello y que no se vaya. 

Compartir esta publicación
Etiquetas
Técnicas para regular el estrés